Los rojillos arrancan los tres puntos de Narón con un gol de Antonio desde el centro del campo a dos minutos del final - El equipo de Romero resistió con apuros la ofensiva aérea de los locales.
NARÓN 0 - 2 OURENSE
NARÓN
Diego Rivas, Juancho, Jorge, Carlocho, Adrián, Charlón (Álvaro, minuto 78), Juanito, Pablo Rey (Diego López, minuto 41), Iñaki (Gordillo, minuto 83), Álex López y Javi. Redondo.
OURENSE
Berto, Josu, Seoane, Portela, Adrián, Antonio, Sanginés (Jaime Fernández,minuto 78), Breogán Pereiro (Roberto Dacosta, minuto 30), Martín (Levi, minuto 68), Moisés Pereiro y José Arenas.
GOLES
0-1. Minuto 13: Sanginés bate a Diego Rivas de disparo cruzado. 1-1. Minuto 31: Breogán introduce en la portería de Berto un balón peinado tras un saque de esquina. El árbitro le concedió el gol a Carlocho. 1-2. Minuto 88: Antonio sorprende desde casi la línea medular al portero del Narón.
ÁRBITRO
Ferreiro Varela, del comité de A Coruña.
INCIDENCIAS
Partido de la sexta jornada de liga disputado en el campo de Río Seco. Unas 300 personas en la grada. Terreno de juego en perfecto estado. Cielo nublado. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del utillero del Ourense, Miguelón.
El Ourense miró al cielo para celebrar su cuarta victoria. Todos los dedos índices apuntaron a lo alto porque fue un regalo de la providencia el golpe de inspiración del centrocampista Antonio Fernández para cazar adelantado al portero del Narón y para colarle el balón desde más de 40 metros y porque la dedicatoria del partido y del triunfo tenía como destinatario al utillero Miguelón, recientemente fallecido.
La genialidad de Antonio Fernández fue el bendito final para una tarde con mucho tráfico de área. Más que un partido fue una cadena de ocasiones, sobre todo en la primera parte. Cinco minutos necesitó el Ourense para comprobar que la línea defensiva del Narón, con el recurso del fuera de juego siempre a mano, no era fiable. Breogán sorteó a los zagueros, también dejó atrás al portero, pero estuvo más lento que el capitán local, Jorge, en el lance de la definición.
Tampoco el Ourense estuvo tranquilo. Iñaki debutó ayer con el Narón y a punto estuvo de estrenarse a lo grande tras encontrar hueco entre los centrales rojillos. No fue el camino más habitual para complicar a Berto, que soportó una lluvia de cuero en córners y faltas laterales. El Narón, con el viento a favor en el arranque, impuso sus centímetros y su experiencia para manejar los codos. Portela y Adrián se lo recriminaron al árbitro con aspavientos y acabaron el primer tiempo amonestados.
Los dos equipos pudieron adelantarse antes del primer gol. Sanginés recogió un balón de Breogán y, al límite del fuera de juego, superó con un remate cruzado la salida de Diego Rivas. Al segundo desliz que cometió la zaga naronesa, en su apuesta por achicar el campo, el Ourense ya se había cobrado la ventaja en el marcador. Tras abrir la cuenta, la siguiente contra de que dispusieron los de Romero para incrementar su renta fue pésimamente gestionada. El lateral izquierdo del Narón vendió a sus compañeros, pero siempre corrigió a tiempo sus descuidos por la escasa inspiración de los rojillos en el último pase.
El Ourense no pudo esconder la pelota ante la presión de los locales y pagó con el peaje del sufrimiento las facilidades que encontraron los locales para meter balones al área de Berto. El portero tuvo mucho que decir en la tarea de evitar males mayores. Frenó un contraataque de Juanito y sacó sobre la línea de gol un balón enviado desde la lejanía para castigar su posición tan adelantada. Nada pudo hacer en el córner que significó el empate y que Breogán acabó introduciendo de rebote en propia meta.
El Narón recurrió a los servicios aéreos para hacer daño y lo consiguió con un golpe de fortuna. El Ourense tardó en encontrar su sitio en el campo tras el empate. Josu fue el último en intentarlo antes del descanso, pero su incursión por la derecha no llegó a nada.
Los rojillos pisaron el acelerador para entrar de nuevo en el partido lastrados por la poca participación de su goleador, José Arenas. Todo el caudal ofensivo llegaba desde la derecha, con un Sanginés más fuerte que su par. Un disparo sin ángulo y un servicio al que no llegó Martín a pesar de su estirada sembraron la inquietud en el Narón. A la hora de partido, el peligro volvió al área de Berto por el cauce habitual, el balón colgado.
El gol se mascó por dos veces antes de que Romero moviese ficha en su intento de recuperar el control de la pelota en el centro del campo con la inclusión de Roberto Dacosta. No fue suficiente para aplacar la angustia en cada asalto por arriba del Narón. También el segundo movimiento del técnico ourensano buscó reforzar la medular con la inclusión del holandés Levi Marengo. Sanginés pasó a la izquierda y Antonio cayó a la derecha, mientras que Arenas pasó a la demarcación del nueve. Inmediatamente tuvo su primera oportunidad para buscar su sexto tanto. Recibió un balón de Antonio y su remate sin oposición encontró al portero local.
La presión del conjunto de Ferrolterra impidió que los retoques de Romero prosperasen. Ya corría el minuto 80 y cada intento de control de los rojillos era presionado por dos futbolistas del Narón. Al contrario de lo que sucedió en Vilalonga, no hubo el metro libre ni el segundo para lanzar el pase a los hombres de banda.
La presencia del Ourense en el área fue testimonial. Sanginés no cejaba en su intento de abrir espacios esta vez sobre Juancho, aunque acabó siendo sacrificado para refrescar el ataque por la izquierda. El partido se conducía hacia el empate cuando Antonio vio la luz. Su balón sacudió la red y el Ourense expulsó las emociones contenida en una semana imborrable. Fue para Miguelón.
fuente: www.farodeourense.es
El Ourense gana con una genialidad
lunes, 6 de octubre de 2008
Publicado por CDO a las 13:11
Etiquetas: Crónicas de partidos, Noticias, Prensa
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